ENTREVISTA: EL PASABOLO TABLÓN, EL DEPORTE HERMANO DEL BOLO ANDALUZ

Pasabolo tablón

Entrevista de Toni Muro a Álvaro del Río, jugador, directivo y especialista de pasabolo tablón, y a José Miguel Nieto, presidente de la Federación Andaluza de Bolos, en el programa «Hablamos de Bolos» de Radio Atalaya.

Una de las hipótesis más trillada defiende que el origen de los bolos de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas data de la época del Adelantamiento de Cazorla, debido al origen cántabro de algunos de los adelantados y su similitud con el pasabolo tablón  que se juega en el norte de España. Sin embargo, esta teoría tiene poca consistencia, en tanto que el juego medieval era muy distinto al de ahora. El bolo andaluz y el pasabolo tablón son el resultado de una evolución del juego medieval, por lo que, si bien en ambas zonas se jugarían a los bolos al final de la Edad Media, su conexión tuvo que ser posterior. Ambos juegos pertenecen al grupo de los pasabolos.

(Toni) ¿En qué consisten los juegos conocidos como pasabolos?

(José Miguel) Los juegos de bolos se pueden clasificar en dos grandes grupos. Por un lado están los bolos de derribo, que son los más extendidos y conocidos en el mundo. El objeto principal de juego es lanzar la bola hacia los bolos con la finalidad de tirarlos al suelo. La mayor parte de los juegos de bolos existentes en el mundo pertenecen a este grupo. Un ejemplo conocido por todo el mundo es el bowling o bolos americanos.

Existe otro grupo de juegos de bolos, los pasabolos, cuya finalidad no sólo es la de derribar los palos, sino que el objetivo principal es lanzarlos lo más lejos posible tras el impacto con la bola. Cuanto más lejos se consiga lanzar los bolos, mayor puntuación se consigue. El valor de la jugada viene determinado por unas rayas marcadas en el suelo. La singularidad de este tipo de juegos es que sólo existen en España. Aparte del pasabolo tablón, en el norte existen otros juegos como el bolo celta, el bolo a cachete o el pasabolo losa, que aunque se persigue la misma finalidad, son muy distintos al pasabolo tablón y a las modalidades de bolos andaluces.

La modalidad de bolo andaluz montaña es un juego de pasabolo puro, mientras que la modalidad valle es un juego mixto, ya que tiene lances de pasabolo y de bolos de derribo. En Andalucía existe otro juego de pasabolo conocido con el nombre «mizos», que se está recuperando en el Valle de los Pedroches, Córdoba.

(Toni) ¿Cómo se juega al pasabolo tablón?

(Álvaro) Lo primero, los jugadores y aficionados lo denominamos simplemente Pasabolo. El apellido “Tablón” únicamente se utiliza cuando es preciso diferenciarlo de otras modalidades de Pasabolo, habitualmente por tratarse de dos especialidades que coinciden geográficamente en Cantabria, del Pasabolo-Losa. Sin embargo a pesar de su nombre en común, nuestro Pasabolo-Tablón muy poco tiene en común con el Pasabolo-Losa. Son dos juegos con muy diferentes mecanismos de lanzamiento, bolas, bolos, sistemas de puntuación, dimensiones de bolera …. Absolutamente todo es diferente entre ambos.

Centrándonos en la pregunta, “¿Cómo se juega al PT?”, hay una frase, muy utilizada por compañeros y aficionados para animar al jugador que va a lanzar la bola que resume a la perfección cómo se juega al PT: ¡FUERTE Y DERECHO!. Son tres palabras pero detrás de cada una de ellas hay mucho de qué hablar. Luego lo desarrollamos.

(Toni) ¿Cómo es una bolera de Pasabolo Tablón?

(Álvaro) La bolera de PT mide aproximadamente 60 metros de largo (equivalente a la distancia de un área al otro en un campo de fútbol) y habitualmente esta distancia se queda corta ya que los bolos con frecuencia se escapan de los límites de la bolera.

La bolera se divide en tres zonas consecutivas:

1º Zona de tire, de unos 9 metros de longitud, en la que el jugador realiza el lanzamiento

2º Tablón, de otros 9 metros de largo pero solo 20 cm de ancho (apenas un palmo). La bola una vez lanzada se desliza por este tablón hasta impactar en su extremo con los tres bolos plantados que son cilíndricos de 30 cm de largo y 3 cm de diámtero y que apenas pesan 300 gramos cada uno. Estos bolos salen volando por los aires hasta una distancia considerable.

3º Zona de rayas: en la que caen los bolos y en función de la distancia alcanzada se puntua cada uno de ellos. Cuantas más rayas supere cada bolo, mayor puntuación se obtiene.

(Toni) Se intuye por tanto que la fuerza con la que la bola impacte los bolos es importante

(Álvaro)  En el lanzamiento el jugador debe tomar toda la velocidad e inercia posible para imprimir a la bola la máxima velocidad posible. La bola es parecida a la del bolo andaluz, esférica y con agarradera. Pero para los jugadores adultos oscila entre los 6,5 y los 8 kg de peso, por lo que la tarea de imprimirle toda la fuerza y velocidad posible requiere una buena dosis de fuerza, y por tanto conviene una buena preparación física, pero también es muy importante la pericia y capacidad técnica.

(Toni) ¿Por qué la técnica es tan importante?

(Álvaro)  La bola ha de impactar a los bolos de manera totalmente frontal para que los tres bolos consigan la máxima altura posible y les de tiempo a avanzar en su vuelo. Si la bola impacta a los bolos apenas unos milímetros desviada, los bolos hacen un vuelo mucho más corto y desviado con respecto al eje de la bolera y la puntuación de la bola se resiente gravemente. Por ello no basta con lanzar la bola fuerte si no que se requiere además la técnica suficiente para que la bola no se nos desvíe esos milímetros fatídicos a lo largo de 9 metros de tablón. Es por tanto evidente que en esa frase “FUERTE Y DERECHO”  se condensa el secreto del éxito en el juego. Fuerte sí. Derecho sí. Pero lo uno sin lo otro no sirve de nada. Esa “Y” es importante. Se requieren las dos cosas.

(Toni) ¿En qué diferencia de los bolos andaluces?

(José Miguel)  Con la modalidad montaña se diferencia en que aquí sólo se juega con un bolo, y que el campo de juego tiene más rayas. Con la modalidad valle, que estéticamente es muy parecido, se diferencia en sólo el primer mingo puntúa como pasabolo, mientras que los otros dos puntúa sólamente el derribo. Esta ultima forma conserva el lance del birle, de los juegos medievales de derribo. En las dos modalidades serranas, la carrera y el lanzamiento son similares a los del pasabolo, pero mientras que en el juego norteño la linea de tiro limita el momento de soltar la bola, parando la carrera el jugador de forma desacelerada, aquí hay que parar de forma brusca antes de llegar a la línea de tiro.

En los mizos cordobeses se tira a pie parado y se juega con cuatro bolos. Sólo tiene dos rayas, una de puntuación y otra de borre.

(Toni) ¿Dónde se juega al pasabolo tablón?

(Álvaro) El área de influencia del Pasabolo está delimitado entre los ríos Asón en Cantabria y Cadagüa, en Bizkaia, con una presencia otrora importante, pero hoy apenas residual en la zona norte de la provincia de Burgos.

En Cantabria hay una afición importante por la mayor parte de los pueblos de la cuenca de los ríos Asón y Agüera. Las boleras de localidades como Ramales y Ampuero son consideradas como templos para nuestro deporte, si bien hay un poso de afición destacable también en pueblos como Laredo, Colindres, Rasines, Ruesga, Arredondo, Soba, Guriezo o Valle de Villaverde.

En Bizkaia perdura el Pasabolo en Las Encartaciones (Sopuerta, Karrantza, Muskiz) y en Barakaldo, con presencia también en las localidades de Basauri o Llodio (en Álava).

(Toni) ¿Desde cuándo se juega al pasabolo tablón?

(Álvaro)  No está claro el origen del juego ni temporal ni geofráficamente.

Personalmente pienso que tiene una raíz común o al menos un vínculo con el Bolo-Pasiego. A fin de cuentas el valle del Pas y zonas típica de Pasabolo como el valle de Soba o Espinosa de los Monteros en Burgos son valles contiguos.

Es seguro que en el S. XIX ya se jugaba al Pasabolo y que boleras como La Nogalera en Ampuero y Santa Ana en Sopuerta datan de principios del siglo XX. En aquella época el Pasabolo tuvo una edad dorada, con un empuje que superaba incluso en concursos y premios al Bolo-Palma, juego de bolos montañés por excelencia.

A lo largo del S. XX el PT ha conocido épocas mejores y peores. A menudo el handicap del espacio necesario para ubicar la bolera ha sido un lastre ya que, especialmente en núcleos de población importantes, ese suelo ocupado por la bolera era codiciado por municipios y constructores, relegándose la bolera a zonas exteriores de las poblaciones donde su nivel de actividad era infinitamente menor. Por eso, boleras que se conservan hoy en día céntricas son tan importantes, como las mencionadas de Ampuero o Sopuerta y otras como Ramales o Barakaldo.

(Toni) ¿Y cómo fue su evolución?

(Álvaro)  Mediado el siglo XX la modalidad se federa tanto a nivel regional como nacional y comienza a escribirse una historia de disputas deportivamente hablando fraguada con nombres como López Vadillo, primer Campeón de España en 1.945. Pero hasta bien entrados los años 60 no irrumpe la primera gran figura del Pasabolo, Manuel Llamosas “El Lobo”. Más que un jugador era un atleta y con su gran personalidad y carisma logró arrastrar a las boleras en los años 60 y 70 a un número  jamás visto de aficionados, especialmente cuando en los años 70 se encontró con la horma de su zapato, que no era otro que el jugador vizcaino Julio Ortiz “El Zurdo”. Los enfrentamientos deportivos entre ambos llevaron al Pasabolo a su mayor cota de popularidad y abonaron el terreno para que años después, ya en los 80, surgiera una pléyade de grandísimos jugadores que coincidieron en el tiempo y cada uno con su afición incondicional siguiéndole, hicieran del Pasabolo poco menos que un deporte de masas. Jugadores como Barquín, El Chato, Juan Gómez, Paco Cano, Michel Del Río, Jose Miguel Parada o Carlos “El Cestero” entre otros muchos hicieron las delicias de los aficionados por entonces. Fue la época de mayor esplendor que yo he vivido.

(Toni) ¿Y a partir de ahí?

(Álvaro)  El entorno cambia. La situación socio política del país inflye. El tiempo de ocio sufre una transformación radical. Nos ha pasado igual a la mayor parte de las modalidades de bolos. Cuesta mucho que los niños jueguen a los bolos debido al fútbol, otros deportes y otros entretenimientos modernos. No se da el relevo necesario. Alguno de los jugadores nombrados aún compiten entre los mejores treinta años después. Ha habido muy buenos jugadores que están en mente de todos, pero la afición y seguimiento decreció considerablemente, especialmente en Bizkaia, donde apenas quedan media docena de clubes.

¿Cuál es la situación actual del pasabolo tablón?

(Álvaro)  A pesar de lo dicho mi mensaje en la actualidad es de ilusión y esperanza para la modalidad. Superados unos problemas interfederativos que nos han traido de cabeza estos últimos años es tiempo de mirar al futuro. Buscar apoyos para que la actividad no solo no decaiga si no que se vaya recuperando con esfuerzo de todas las partes implicadas: clubes, federaciones, ayuntamientos y gobiernos regionales, que deben apoyar por motivos deportivos y por motivos etnográficos a los bolos,a todos los bolos, como parte de su propia cultura e Historia. Hay ideas y proyectos que si logramos sacarlos adelante darán un impuso importante a nuestra actividad … y en ello estamos.

(Toni) ¿Cuáles son las competiciones actuales?

(Álvaro)  A nivel competitivo estamos bien, con una Liga Nacional fuerte que disputan desde 1.990 clubes fundamentalmente de Cantabria y Bizkaia, unas competiciones regionales estructuradas, tanto de Liga por equipos como de campeonatos individuales, unos Campeonatos de España por los que cualquier jugador suspira, un buen ramillete de concursos que componen el Circuito Nacional (CINA), y también un número creciente de concursos y competiciones para los niños. Y lo bueno es que hay sitio en el Pasabolo para cualquier perfil de jugador.

(Toni) ¿Figuras del deporte?

(Álvaro)  En cuanto a jugadores que sobresalen, es otra buena baza que tenemos actualmente. Desde hace más de una década hay un dominador absoluto en la modalidad que es el jugador carranzano José Antonio Cano. A estas alturas ya casi nadie duda de que se ha ganado el derecho a que se le considere el mejor jugador de la Historia del Pasabolo. A sus 40 años, ostenta once campeonatos de España de 1ª Individuales, incluyendo los 10 últimos de manera consecutiva. Sin embargo, en los últimos años van apareciendo jugadores bastante más jóvenes que Cano que le van ganando terreno y la distancia entre ellos y Cano poco a poco se va estrechando. Jugadores como el ampuerense José Mª De La Peña o el burgalés Dani Montejo, entre otros, están llamados a desbancar a Cano tarde o temprano y veremos cuánto tiempo resiste en su cetro el gran jugador carranzano. Entretanto, las tardes de pelea bola a bola que nos regalan son un grandísimo espectáculo, incluso para el público ajeno al Pasabolo, como quedó demostrado en el Campeonato de España 2013 celebrado en Laredo, ciudad turística en pleno mes de agosto y cuyos visitantes se quedaron prendados de la espectacularidad y plasticidad de nuestro deporte.

(Toni) ¿Cuáles son las posibles conexiones del pasabolo tablón con los juegos andaluces?

(Álvaro)  En el caso particular de nuestros dos juegos de bolos, siendo tan distantes geográficamente el uno del otro, pero siendo tan cercanos en cuanto a la manera de ejecutar un lanzamiento, es muy difícil extraer raíces comunes y también muy difícil descartar hipótesis. Los españoles históricamente ha sido un pueblo muy viajero y muy emigrante, especialmente dentro de nuestras fronteras en las que el idioma no suponía una barrera. No se puede descartar que montañeses o vascos emigrantes a la Sierra de Cazorla empezasen a jugar a los bolos que ellos conocían de sus tierras norteñas y el juego calara en la Sierra y evolucionara hacia lo que hoy es el Bolo-Andaluz. O también podría haber sucedido a la inversa, quién sabe, aunque esto lo considero menos probable por la gran tradición bolística de los pueblos celtas del Norte de España en general. Lo importante no es el origen. Lo que yo considero importante es que es claro que después de siglos de bolos y boleras, estamos ante una actividad arraigada en la cultura popular de ambas regiones, llevamos en nuestros genes estos juegos de bolos porque los abuelos de los abuelos de nuestros abuelos ya lo llevaban. Y eso convierte a los bolos no en un juego ni en un deporte, si no en un bien inmaterial con un valor a nivel humano incalculable por el que merece la pena luchar para preservarlo y legarlo a nuestras siguientes generaciones, como hicieron nuestros mayores con nosotros.

ENTREVISTA RADIOFÓNICA:

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