La web oficial de la Federación Andaluza de Bolos
Para escuchar o descargar el audio de la entrevista pinchar aquí.
¿Por qué los bolos serranos son patrimonio?
A lo largo del último siglo hemos comprobado como el concepto de Patrimonio, es decir – lo que una generación recibe de otras anteriores como herencia, lo que se puede transmitir, y, por extensión, todo aquello que un grupo humano, o también un individuo, reconoce como propio- ha ido ampliando sus acepciones pasando de lo monumental, artístico y antiguo, como principales valores para su consideración, a tener en cuenta también aquellos otros valores que integran una nueva concepción de la cultura.
En este sentido, modos de expresión como son los bolos serranos pero también los espacios, las construcciones e instalaciones, objetos y documentos de toda índole, las actividades y manifestaciones inmateriales que alberguen o constituyan formas relevantes de expresión de la cultura y modos de vida de los diferentes colectivos humanos pueden ser actualmente reconocidos por las administraciones y organismos competentes en esta materia como bienes patrimoniales.
Más concretamente, ¿porqué estos “modos de expresión”, este deporte tradicional, constituye una muestra representativa del patrimonio etnológico andaluz? ¿Desde cuándo puede ser definido en estos términos?
Los bolos serranos al igual que otras expresiones culturales significativas socialmente y que hemos convenido en denominar Patrimonio Etnológico, en Andalucía encuentran su acomodo en los primeros años 90 del siglo XX en la primera ley de patrimonio Histórico -ley 1/91 de Patrimonio Histórico de Andalucía-. Siendo fundamental para el desarrollo y afianzamiento de estas consideraciones que están expresadas en el contenido de esta norma el papel que han desarrollado los/as etnólogos/as que han formado parte de las diferentes delegaciones territoriales de la administración cultural en Andalucía.
¿Y qué es lo que los etnólogos veis en este modo de expresión?
Lo que pude observar -al ser iniciado en los sentidos que le son atribuidos a esta actividad por parte de sus propios practicantes- es lo interiorizado que están los bolos serranos en sus vidas.
Los bolos serranos forman parte de su identidad colectiva, constituyen un modo de expresión propio, que está vivo, que es muy dinámico, que se transmite y recrea de generación en generación desde el aprendizaje, y que pese a que originalmente era practicado por hombres adultos actualmente también incluye al colectivo femenino y a los miembros más jóvenes.
¿En qué medida puede afectar esta actividad a sus vidas? ¿Cómo son interiorizados estos sentimientos colectivos?
En primer lugar, las boleras o “boleas” constituyen unos privilegiados escenarios de sociabilidad.
Los bolos serranos se viven en colectividad. Son vividos individualmente por cada jugador/a pero también como miembros de un determinado club o colectivo social con el que se comparten unas formas rituales básicas -jergas, posturas, gestos, sonidos, etc.-, que reafirman formas de entender lo lúdico y de valorarlo que resultan primordiales para sus practicantes.
Has comentado que las boleras o “boleas” constituyen unos privilegiados escenarios de sociabilidad. ¿Pero en qué medida influyen estos escenarios en esta práctica cultural y deportiva?
Es fundamental. Los bolos serranos, en su manifestación cotidiana, favorecen la identificación con el territorio en su dimensión material. Las boleras constituyen el soporte físico culturizado sobre el que descansan los significados de esta actividad. Tanto las boleras como las bolas, como los “mingos” constituyen productos culturales, que son a su vez testimonio y documento de esta actividad. Se convierten en escenarios e instrumentos receptores y transmisores de multitud de significados culturales que son conocidos por los/as participantes.
Las boleras, son escenarios que contienen mensajes culturales. A modo de ejemplo, las marcas en el suelo de las pistas contribuyen a comprender las reglas de la actividad que se desarrolla. Muchas de las emociones colectivas asociadas a los bolos serranos también vienen evocadas por el marco espacial y paisajístico en el que están las boleras -Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas-.
¿Consideras que este modo de expresión tan significativo para los serranos tendrá continuidad en el tiempo?
No me cabe la menor duda la fórmula de continuidad de este modo de expresión sigue transmitiéndose de una generación a la siguiente por tradición oral, siendo los/las jugadores/as más experimentados/as los/as que aconsejan a los/as más novatos/as acerca de cómo deben realizar el lanzamiento -técnicas, posición corporal, estrategias,…-.
Esta función es complementada por la magnífica labor que se desarrolla desde la Federación Andaluza de Bolos, organizando a nivel provincial, andaluz, nacional múltiples puntos de encuentro y reunión para los/as federados/as completando la labor transmisora y portadora de los saberes y destrezas a las nuevas generaciones que se requieren para llevar a cabo dicha actividad.
También es muy importante la función de los clubes deportivos, de la Diputación Provincial, las Delegaciones Territoriales de la Junta de Andalucía, Ayuntamientos, el Centro Documental Santiago González Santoro y muchas personas particulares que desempeñan una magnífica labor en la transmisión de los conocimientos asociados a esta actividad.
Sin duda alguna la continuidad de esta importante manifestación de la cultura está garantizada, no solo por el alto grado de participación- diferentes edades-, dentro y fuera de los diferentes torneos – más de medio centenar son los torneos que se pueden celebrar a lo largo del año-, sino porque existe una conciencia patrimonial alta respecto a esta actividad, que les ha llevado a sus practicantes a solicitar por escrito la inscripción de esta actividad de interés etnológico dentro del Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía.
Finalmente dices que sus practicantes han solicitado por escrito la inscripción de esta actividad de interés etnológico dentro del Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía. ¿Deberían ser considerados los bolos serranos como una actividad de interés etnológico (BIC)?
Por supuesto. Los bolos serranos ya son considerados patrimonio por parte de sus practicantes pero es necesario que las administraciones competentes en esta materia formalicen legalmente este hecho.
Los bolos serranos, constituyen uno de los elementos que configuran la identidad cultural de los/as vecinos/as del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Contribuyen a la integración social de jóvenes y mayores, a la ocupación colectiva del espacio, favorecen los encuentros y la convivencia entre familiares, vecinos/as y otros/as jugadores/as de otros municipios del Parque con los/as que comparten esta afición y los significados colectivos asociados a esta actividad. Muchos de los/as jugadores/as me comentaron durante el trabajo de campo realizado que cuando acaba la competición de “Bolos”, parece que se quedan como “vacíos” deseando que llegue de nuevo una nueva edición de la misma en la que puedan desarrollar otra vez sus habilidades y afloren nuevamente las vivencias colectivas que propicia esta actividad.
Sinceramente, si lo considero. Y me encantaría que así fuera.